Las semillas brincadoras, también conocidas como frijoles saltarines, son originarios del norte de la República Méxicana y, según la creencia popular, sirven como remedio natural contra la migraña, el estrés, la diabetes y el control de los nervios, entre otras enfermedades. Estas semillas se comercializan en pequeñas bolsas de tela en mercados y plazas, ya que se cree que tienen propiedades medicinales o terapéuticas que absorben los males del portador.

Las semillas brincadoras han sido objeto de estudio desde el siglo XIX siendo el famoso naturalista José Ramírez uno de los primeros científicos en realizar amplias investigaciones sobre esta semilla tan particular y en publicar los resultados de su investigación en la revista «La Naturaleza» desde el año 1891, cuando aparecieron los primeros estudios detallados de la «Carpocapsa Saltitans«, nombre científico de la semilla brincadora.
La Carpocapsa Saltitans es un insecto perteneciente a la familia de los lepidópteros, que utiliza como medio de alimentación y desarrollo a la planta Sebastiana Pavoniana. En primavera, la polilla deposita sus huevecillos en los filamentos de las flores del arbusto. Una vez que se desarrolla y pasa a un estado larvario, el insecto logra trasladarse e ingresar hasta el ovario de la flor para insertarse en los óvulos de la misma, tapando el agujero de ingreso con pequeños hilos de seda. Mientras se realiza la maduración de las semillas, la polilla encuentra las condiciones adecuadas para mantenerse en un ambiente húmedo propicio para su alimentación y desarrollo. Pasados unos días, la semilla se divide en tres partes y se desprende de la planta, pudiendo la larva permanecer en la pequeña sección de la semilla entre cinco y siete meses.

Mientras tanto, la semilla mantiene a la larva segura durante su proceso de metamorfosis. Es en este estado donde se presentan los movimientos de la larva dentro de la semilla, que reacciona a la exposición al calor creando pequeños espasmos que le dan movimiento y tanto llaman la atención. Es entonces cuando es recolectada y comercializada debido a los supuestos usos medicinales o terapéuticos que se le atribuyen.

Por otra parte, la planta donde se genera todo este proceso, llamada Sebastiana Pavoniana, tiene características peculiares que van más allá de las semillas brincadoras. Este arbusto puede encontrarse en diversos estados de la república, pero se encuentra principalmente en Sonora, Sinaloa y San Luis Potosí, entre otros. Específicamente, se reconoce al municipio de Álamos, Sonora, por su clima semiseco-semicálido como la principal fuente de la planta Sebastiana Pavoniana, que para los pobladores de estas regiones también se conoce como el árbol, palo o yerba de flechas, nombre que se le da por el uso que la población indígena le daba al empapar la punta de las flechas con la savia de esta planta, ya que tiene un grado de toxicidad que según algunos estudios en ratones demuestran taquicardias e intoxicación. Además, el uso del líquido lechoso se utiliza como purgante al ser ingerido en un vaso de agua en pequeñas cantidades como remedio natural.
El estudio científico de esta particular semilla queda reflejado en diversos artículos que el Dr. José Ramírez publicó en la Revista La Naturaleza, medio a través del cual diversos naturalistas dejaron testimonio de la importancia del estudio de la flora y fauna de nuestro país en el siglo XIX. Si deseas conocer más sobre este y otros interesantes temas, puedes consultar el Repositorio de Fuentes Históricas en Ciencias de la Tierra de México – CTMex.
Obras consultadas:
- Ramírez, José. (1891). Las semillas brincadoras. Apuntes relativos a la Carpocapsa saltitans y a las euforbias en que vive. La Naturaleza, Periódico Científico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, Tomo I (Serie Segunda), 54-59.
- Ramírez, José. (1891-1896). Nuevos datos para la historia de las «Semillas brincadoras». La Naturaleza, Periódico Científico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, Tomo II (Serie Segunda), 408-410.
- Ramírez, José. (1891-1896). Revista Científica. Otros datos para la historia de las «Semillas brincadoras» La Naturaleza, Periódico Científico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, Tomo II (Serie Segunda), 403-404.
- Buchenau, Franz. (1891-1896). Revista Científica. Las «Semillas brincadoras» de México. La Naturaleza, Periódico Científico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, Tomo II (Serie Segunda), 389-393.
- Rebollo Torres, Aurora. (1987). «Estudio de la fraccion toxica de Sebastiana pavoniana euphorbiaceae». (Tesis de Licenciatura). Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Química, UNAM.

Excelente artículo.
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